Todo empezó hace ya diez años cuando, Andrea Haro, nuestra directora y profesora de interpretación, comenzó su viaje como docente, especializándose en el entrenamiento actoral con niños y adolescentes. A día de hoy, nuestra escuela cuenta con más de cincuenta familias y jóvenes alumnos y alumnas que confían en nuestro proyecto y comparten con nosotros la ilusión por la interpretación. 

El objetivo del coach no es más que ayudar a la persona a disipar su miedo. Esa horrible sensación que en cualquier momento puede apoderarse de nosotros y producirnos eso a lo que todos llamamos “bloqueo“. Brindándoles las herramientas necesarias podemos mejorar sorprendentemente su interpretación.

Con un correcto proceso de coaching conseguimos ayudar al niño/a o adolescentes a encontrar y conectar con la energía del personaje. Logrando que su interpretación sea más sincera, honesta y llena de personalidad.

Conocemos la fina línea que hay entre disfrutar de un rodaje, siempre que se afronte desde el lugar adecuado, y vivir una situación estresante que pueda llegar a convertirse en algo traumático para el o la joven. Por eso creemos en la importancia del coach, quien podrá guiarle y acompañarle en todo el proceso.

En muchas ocasiones también llegamos a encontrar en algunos jóvenes falsas imitaciones de los sentimientos, debidas a la inexperiencia, que les hacen desconectar por completo de una buena interpretación. 

Cuando trabajamos con niños y adolescentes dentro del cine, debemos tener en cuenta que su proceso madurativo aún está en desarrollo y que el director o directora no siempre tendrá el tiempo necesario para atender sus necesidades o dudas dentro del rodaje. Contar con un coach otorga tranquilidad y seguridad tanto a los actores como al director/a. Una persona que sepa atenderles y preparsarles para cada toma. Creando una comunicación constructiva con la que los jóvenes puedan sentirse acompañados y guiados en esta increíble experiencia, compartiendo con los demás toda su magia.